Todos los perfumes son diferentes, pero con esta práctica guía, podrás escoger la más adecuada para tu personalidad y tu estilo de vida.
Se trata de un accesorio infaltable, pero al mismo tiempo, invisible. Se trata de los perfumes, cuyas fragancias pueden transportarnos a otros lugares, recordar buenos momentos o simplemente entregarnos esa energía y sensación de confort que todas necesitamos al comenzar un nuevo día o antes de una salida especial.
Y no importa si eres de las personas aventureras que prueban un nuevo perfume cada vez, un fánatico de las fragancias que tiene uno para cada ocasión o si te has mantenido a fiel a un aroma específico por varios años, la perfumería es, de cierto modo, una ciencia, y siempre es útil aprender a diferenciar las distintas fragancias, para que la próxima vez que te encuentres en búsqueda de un nuevo perfume para tu tocador, elijas el que mejor se ajuste a tu personalidad y estilo de vida.
Sigue leyendo para saber cómo encontrar tu fragancia perfecta…
Literalmente, la respuesta podría estar en tus narices, y con eso nos referimos a que puedes empezar por identificar las fragancias que ya adoras y que usas en tu día a día. Y aunque no seas una persona que use perfume habitualmente, de seguro existen aromas que disfrutas, quizás te gusta el aroma de coco de tu shampoo de cabecera o el olor suave y cálido de la ropa recién salida de la secadora o de esa pieza de chocolate que acabas de comer o el aroma de tu café matutino.
Una vez que identifiques esta esencia o “nota”– como hablan los entendidos del perfume–, puedes empezar por buscar perfumes que incluyan esas fragancias. Si te gusta el aroma de coco de tu shampoo, puedes empezar con perfumes frutales, el chocolate te puede inspirar a elegir fragancias más dulces y el café a probar perfumes que se inclinen por lo amaderado y especiado.
Aquí es importante combinar tu propia intuición y un poco de sentido común. Hay algunas familias de fragancias, por ejemplo las especiadas y amaderadas, que podrían ser más adecuadas para un evento nocturno que para un ambiente laboral, mientras que aromas más livianos, como los cítricos y los florales pueden ser más bienvenidos en el entorno profesional. También debes considerar la intensidad, ¿quieres que más personas además de ti puedan notar la fragancia que llevas? ¿o prefieres que solo sea identificable para ti?.
De la misma forma, tonos frescos, como los cítricos pueden funcionar mejor tras una ida al gimnasio, mientras que una tonalidad más intensa, como el bosque, los amaderados y el almizcle pueden durar por más tiempo, si por ejemplo, piensas asistir a un evento de varias horas.
La parte más crucial de encontrar tu próxima fragancia favorita es, por supuesto, probarla. Para hacerlo debes aplicarla en una zona donde se pueda tomar tu pulso, que son los lugares en donde tu piel se encuentra naturalmente cálida, como tu muñeca o el interior de tu codo, esto para que la fragancia entre en contacto con el calor y se revelen todas sus notas.
No importa el precio de oferta o lo bonito de la botella, lo más recomendable es esperar unos 15 a 30 minutos a que se diluyan las notas iniciales para que así el perfume revele la fragancia que te acompañará durante gran parte de tu día. Y por supuesto, siempre deberías probar un perfume en tu propia piel y no en la del vendedor o tu acompañante ya que cada perfume reacciona de manera diferente con cada persona, dependiendo de su PH, niveles hormonales, dieta y muchos otros factores.
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Encontrar una fragancia que adores puede ser un desafío, pero también puede convertirse en una gran experiencia de autocuidado, especialmente cuando estás armada con el conocimiento necesario para tomar las mejores decisiones.