¿Quieres aprender de manicure de forma profesional o buscas llevar tu manicura en casa al siguiente nivel? Estos productos podrían ayudarte.
Cambiar el color de nuestras uñas es una forma fácil y sencilla de refrescar nuestros looks y es un componente esencial de toda rutina de belleza y autocuidado, y aunque puedes salir del paso aplicando solo esmalte, ya sea tradicional o en gel –si cuentas con una lámpara de manicura en casa para secarlo–, la verdad es que existen varios productos en el mundo del manicure que vale la pena conocer y sumar a nuestra próxima sesión de spa en casa, hablamos de los primers, el nail prep y el bonder.
Y esto no solo aplica si eres una entusiasta de las uñas do it yourself, ya que si te interesa perseguir una carrera o formación profesional en manicura, dominar a la perfección las funciones de estos productos te permitirá entregar un servicio de primer nivel.
Se trata de un producto de manicura que se debe aplicar en las uñas naturales antes de utilizar esmalte y otros productos artificiales como el acrílico y el polygel y tiene dos principales funciones, la primera es generar cierto nivel de textura para que el esmalte, el acrílico o el gel, se puedan agarrar a la uña de mejor forma, mientras que su segunda función es ayudar a que se genere un lazo químico entre la uña natural y lo que se aplicará posteriormente y así evitar que el esmalte se desgaste de forma prematura o las uñas artificiales se caigan antes de tiempo.
El primer también tiene un efecto deshidratante que ayuda a que el esmalte y otros productos artificiales se adhieran de mejor forma –ya que no funcionan muy bien en superficies húmedas–, además, su componente ácido ayuda a eliminar grasitud y bacterias. Existen dos tipos, los primers ácidos, que son más adecuados para trabajar uñas acrílicas y el libre de ácido, que ayuda a remover la grasitud de uñas con tendencia grasa –tip: si tu piel es grasa, lo más probable es que tus uñas también lo sean–.
Al aplicarlo es necesario tomar ciertas precauciones, entre ellas no aplicar en exceso el producto, ya que afectará la acción de los que utilizaremos después, evitar el contacto con la piel ya que puede causar irritación, así como testear en una sección de uña si nunca se ha utilizado el producto para asegurar que no ocurra una reacción alérgica.
Este producto comparte algunas propiedades con el primer, especialmente en lo que respecta a sus poderes desengrasantes, pero a diferencia del primer, es siempre libre de ácidos y logra, como dice su nombre, preparar y limpiar la uña antes de cualquier otro tratamiento, cierra los poros –sí, ¡las uñas también tienen poros! y no es necesario removerlo tras su aplicación.
Usualmente se aplica antes del primer y hace maravillas con uñas “problemáticas” como las que tienden a la grasitud y logra la adhesión y acción de todo lo que apliquemos después. Es recomendable aplicarlo con un pincel o pétalo de algodón y esperar unos 30 segundos a que se evapore por completo.
La principal función de un bonder es ayudar a que el esmalte, el acrílico y el gel se adhieran más fácilmente, evitando el desgaste prematuro de tus uñas. El bonder de uñas se considera un tipo de primer, lo que significa que es necesario aplicarlo al inicio de tu tratamiento de manicura. Existen diferentes tipos de bonders, algunos funcionan como esmalte base y otros tienen formulaciones que se acercan más a la de un primer de uñas. Además, existen bonders especialmente diseñados para actuar con el polygel y la luz UV que emiten las lámparas de secado de uñas.
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Ahora que cuentas con estos conocimientos, podrás incorporar estos productos a tu rutina de manicure y sacar provecho a todas sus propiedades para lograr uñas más sanas, lindas y fuertes.